lunes, 20 de junio de 2016

Un sello para el final.

Solo con un beso comenzará el final de nuestra historia. Un sello para todo lo vivido, como si se tratase de poner punto final a una larga oración. Sentir sus labios una vez más, solo eso pido. Un último contacto, donde no pueda evitar que broten las lágrimas, pese al fuerte deseo de no dejarlas surcar mis mejillas. Un beso que exprese cuánto amor profeso, y qué tanto quedará flotando en el vacío, perdido entre muchas más relaciones fracasadas.

Y porque me tocó vivirlo así, intenso, romántico, apasionante, aventurado y de locura, como se deberían vivir todos los amores. Es necesario disfrutarlo al máximo, como si tuvieras la completa certeza de que mañana acabará, porque la vida no es un borrador que te dará la oportunidad de pasar a limpio todos tus errores. Amar es lo más grandioso del mundo, pero también lo que más corazones rotos ha dejado en el camino. Si decides no amar, es peor que haber fracasado, porque el hombre necesita ese sentimiento de dar todo por esa otra persona, sin cohibirse, sin miedo a perderlo todo, sin temor a estar dando más de lo debido. Amar como si el mundo se acabara mañana.

Y a ese gesto tan fuerte y tan puro, es lo que yo llamo amor. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Hoy

 

 
Hoy anhelo tu sonrisa coqueta y esos delgados labios que con su tenue color rosa me exigen un beso. Ansío tu espalda blanca, tus pechos pequeños y tu cintura perfecta. Extraño ser el descubridor de cada rincón de tu cuerpo, de cada centímetro de tu piel. Deseo, por enésima vez, quedarme encerrado en ti; ser un prisionero de tu olor, fragancia de los dioses. Perderme entre tus muslos, siempre ambiciosos de placer. Sentir tus uñas en mi espalda, mera expresión de un cuerpo que invita a más. Oír tus gemidos en mi oído, y que nuestros jadeos se confundan en una danza lujuriosa de placer, en el vaivén de dos cuerpos sedientos de un sentimiento incontrolable.

Y que al finalizar, solo espero que me sonrías cuando nuestra respiración agitada forme una unión en el aire y te quedes dormida sobre mi pecho desnudo, impacientes de tener el privilegio de vislumbrar un nuevo amanecer juntos.