sábado, 28 de febrero de 2009

Actitud Impulsiva

Sé que esa noche te hice sufrir, no vivo tranquilo desde ese maldito día, recuerdo como tu mirada mostraba un miedo impredecible, primera vez que mis ojos habían visto en los tuyos ese horror. Soy impulsivo, violento, solo que no lo había mostrado por miedo a tu abandono.

Llegué ese día algo tomado, molesto por una discusión que tuve con mi jefe, estaba confundido y el alcohol siempre me había caído mal, pero por algún motivo aún no comprendido no pude detenerme. Llegue a la casa, no estabas porque andabas para que tu madre, debido a todo lo que había bebido no recordé que me lo habías mencionado, y me molesté como nunca, mi mente e imaginación hicieron que creara en mi interior miles de hipótesis que pensé verdaderas en ese momento, que me daban pie a poderte acusar de que andabas con otro en mi ausencia.

Apagué todas las luces de la casa, con el propósito de que pensaras que no había llegado aún, vi por la ventana cuando llegaste en tu auto, me coloque detrás de la puerta y cuando entraste, te sorprendí con un golpe en la cabeza haciéndote caer duramente al suelo.

-¡¿Qué te ocurre?! – dijiste gritándome fuertemente

No pude contenerme, omití tu pregunta, te tome del cabello con mis manos, arrastrándote por todo el suelo hasta la sala; me había convertido en un hombre irreconocible, no sabía que me sucedía, la rabia me impulsaba a golpearte mas y más.

-¡¿Dónde estabas, andabas con tu amante?!- te decía gritándote y golpeando tu cabeza con el suelo.

-Yo te amo y estaba a que mi madre, te lo dije ahora – me decías, mostrando un miedo y un temor hacía ese monstruo en el que me había convertido.

- ¡Mentiras Mentiras, andabas con tu amante!

Te lancé al piso, no sabia porque te golpeaba, la furia me hacia impulsivo y más violento de lo que era en un principio, tal vez tus lagrimas me hacían mas fuerte, tus palabras me hacían golpearte más; en realidad no se porque actuaba de esa manera, si siempre me demostraste ser una esposa ejemplar, sincera y buena persona. Como pudiste te levantaste y tomaste en tus manos un cenicero de mármol golpeándome en la cabeza me dejaste inconsciente. Cuando me desperté ya no estabas, así que pensé que andabas para la policía y como un cobarde tomé algunas cosas y huí.

Me había arrepentido en el momento que desperté de lo que había hecho, no me reconocía. Había actuado como un psicópata, un loco completo. Desde ese momento no sé más de ti, estamos aún casados, no se cuando nos volveremos a ver y pronto te mandare los papeles del divorcio.

PD: Los hombres brutos mayormente, suelen actuar de esa manera, cuanto tiene una discusión, cuando consumen alcohol y tienen problemas, piensan que pueden resolverlos de manera impulsiva hacia sus seres queridos, y hacen mal porque lastiman, hieren desde lo físico hasta lo más profundo de esas personas.

Deigar Miranda

viernes, 27 de febrero de 2009

Premio Olha que blog Maneiro!

Olha_que_Blog_maneiro[1]

Hola! estoy muy contento porque en el poco tiempo que llevo esta cuevita ha recibido su primer premio! Muchas gracias a Luz de Luna que tiene un blog donde escribe magnifico, y deja enganchado a uno fácilmente.

Reglas a seguir:
1. Exhibir la imagen del premio "Olha que blog Maneiro"
2. Poner el nombre del blog que te lo dio.
3. Indicar 10 blogs preferidos.
4. Avisar a los indicados.
5. Publicar las reglas

  1. Diario de un novelista caprichoso, por lo bien que escribe
  2. Luz de Luna, escribe muy bueno y como no dárselo
  3. Cuaderno de historias, aunque no lo conozco mucho, me gusta como escribe
  4. La Reina de la noche, me tiene muy entretenido con su ultimo escrito
  5. Los secretos del sol, deja muchas reflexiones de sus textos
  6. El Bosque Olvidado, también tiene muy bueno blog, y escribe muy bien
  7. Literatura F y R, genero fantástico entra aquí
  8. Libro sin tinta,  excelentes libros
  9. Purple rose, estas en todos mis blogs
  10. Anabel Botella, escribes muy bueno

Felicidades a todos y todas!!

miércoles, 25 de febrero de 2009

Inventos Fatales

Recuerdo como si fuera sido ayer, sabes que no te obligue a nada, fuiste tú la que dijo que ya era tiempo y querías que fuera especial, yo solo una vez te lo propuse, me dijiste que aún faltaba algún tiempo y que no estabas preparada; lo entendí claramente, no quería presionarte.

Estaba muy contento, como todo adolescente en su primera vez, me había estado preparando desde muchos días antes, para que todo saliera perfecto y jamás te arrepintieras de entregarte a mí.

Ese día tomé el auto de mi padre y pase a recogerte a tu casa, me coloque mi mejor ropa para poder impresionarte, entraste de prisa, me diste un beso y dijiste que arrancara rápido, antes de que tus padres se dieran cuenta que no estabas; tenías el cabello suelto, los labios de color rosa, vestías una minifalda de jean y una blusa color salmón, te veías bellísima. Al principio ninguno de los dos habló, estaba el aire pesado.

-¿Estas segura? – dije rompiendo el hielo

-Volteaste la mirada hacía mí – claro, nunca me arrepiento de lo que hago.

Tu actitud no se salía de lo normal, ya que eras un poco caprichosa y hacías lo que querías. Nos quedamos en silencio nuevamente, no me atrevía hablar porque tal vez pensarías que era un poco molesto tantas preguntas. Llegamos a aquel lugar, bajé rápido y me dirigí de prisa para abrirte la puerta, me diste las gracias, me tomaste de la mano y entramos con calma y un poco nerviosos. Estábamos frente a la recepción, dije al hombre que se encontraba allí que ya tenía reservación, sin decir alguna palabra sobre las velas que y los pétalos de rosas que mandé a colocar y me dio la llave 64, subimos las escaleras hasta llegar a la habitación, al entrar dijiste que estaba todo hermoso, que esperara unos segundos que irías al baño; te esperé el tiempo necesario, saliste y vi en ti una tranquilidad, así decidí relajarme yo también y disfrutar el momento.

Me puse frente a ti, comencé a tocarte suavemente, besé tu cuello, te quite cada prenda delicadamente, besé cada rincón de tu cuerpo, mientras me quitabas mi camisa y caíamos sobre la cama; las velas iluminaban nuestro amor.

-Eres la mujer más especial de mi vida, gracias por hacerme tan feliz – te dije susurrándote al oído

Por primera vez sentí nuestros cuerpos juntos, sentí una plena satisfacción, sabía que ya la había hecho mujer y que me había hecho yo un hombre. Luego salimos de aquel lugar tomados de la mano como cuando entramos, pero esta vez estábamos en todo nuestros aspectos tranquilos. Subimos al auto, hablamos sobre cosas sin sentido, pero era solo por la pena que teníamos en ese momento, te bajaste en tu casa y yo detrás de ti, nos dimos un beso suave y con todo el amor que una pareja adolescente podía expresar.

Desde ese momento no te he vuelto a ver, al día siguiente llegó tu padre sumamente alterado a mi casa, yo estaba solo, ya que mis padres andaban al supermercado, me dijo que era un desgraciado por haber violado a su hija y que eso no se quedaría así, me golpeó tan fuerte que quedé inconsciente por 2 meses, mi padre fue a tu casa y le disparo a tu padre dejándolo en el piso muerto. Desde entonces mi madre no me ha dejado hablar contigo, y decirte todo lo que ahora te odio, por haber inventado eso, por haber provocado una tragedia, ahora tu padre esta muerto, el mío en la cárcel y yo postrado para toda la vida.

Postdata: Te escribo ahora esta carta, para que recuerdes como todo sucedió, que nada fue obligado y no hubo tal violación, quiero que sepas que te odio con todas las fuerzas de mi vida, has desgraciado la vida mi familia y la mía. Tuve que suponer que al ser tan caprichosa, hacías lo que querías, podrías inventar esta gran calumnia. Recuerda siempre que te pregunté si estabas preparada.

Deigar Miranda

lunes, 23 de febrero de 2009

Sueño e Imaginación

Era una tarde de relámpagos y truenos, que se asemejaba mucho a la noche, traía en ella una lluvia inmensa, los árboles disfrutaban por la abundancia de las gotas que alimentaban sus ramas y hojas. Yo estaba en mi cuarto frente al computador, escribiendo el segundo capitulo de mi novela y pensando en el extraño sueño que tuve la noche anterior y la anterior a esa, en la cual una melodiosa voz me llamaba desde una cuadra mas allá de la mía, pero cuando Salía de mi casa, despertaba repentinamente, lo que no permitía terminar el sueño y que quedara mucho más confundido aún.
Minutos después, escuché la extraña voz nuevamente, pero esta vez no estaba dormido, así que me asusté un poco, pero esto no me detuvo a salir y llegar hasta el punto de esa voz.
Baje de mi habitación, abriendo puerta tras puerta, abrí el portón del garaje de mi casa, y corrí todo lo que podía, la lluvia caía sobre mi, mojando todo mi cuerpo, pero nada de esto me importaba, sabía que era extraño que estuviera corriendo tras una voz melodiosa desconocida, pero ese no me impedía seguir hasta la otra cuadra. Al llegar hasta el sitio de la melodiosa voz, me encontré con una hermosa mujer, de cabello negro, ojos azules y una piel que asombraba por lo raro que era. En ese momento detuve mi paso, y prácticamente me quede mudo, sin saber si era por la bella mujer o por simple capricho alguno.
-Pensaba entre mi: “Que extraña mujer, que bella, será un sueño o tal vez hasta una pesadilla”… “Estoy confundido, no se que hacer, esta mujer me da escalofríos pero me atrae fuertemente”
-Ella giro su paso, hasta estar frente a mí, me miraba intensamente, veía mi interior y mis profundos sentimientos, ¿le había mostrado todo eso a una simple desconocida? No me importaba, sentía mucha atracción hacia ella. Mis labios quisieron estar junto a los de ella, y la tentación pudo más que la razón. “Al tocar su boca, sentí su lengua tocando la mía, mi cuerpo sintió una satisfacción plena, sentía que era la mujer ideal” Aunque fuera por poco tiempo que se sostuvo el beso. “Para mi fue una vida entera de satisfacción”
- Separamos nuestras bocas, no me hablaba, pero no era necesario, yo veía dentro de ella, y eso me bastaba para que ese momento fuera perfecto, las palabras sobraban, y los sentimientos se unían. Al terminar el apasionado beso, tomó mi mano junto a la de ella, y caminamos la calle completa, tomados de la mano; la lluvia rosaba su cuerpo y el mío, estaba empapado, pero eso no me molestaba y me impida pensar en más nada, sino en ese hermoso momento.
-Al terminar la calle, ella me susurro al oído, que tenia que irse, ya era la hora. Mi cuerpo no lo aceptaba, su mano se alejaba de la mía, pero mi razón me indicaba que tenía que dejarla ir, aunque no quisiera, entendí que había estado allí, para hacerme feliz y darme a entender que lo más especial que existe, es el Amor. Ella poco a poco se fue desvaneciendo en la oscuridad, no sabia que era en realidad, pero no me molestaba por averiguarlo, hasta que desapareció completamente.
-Camine a mi casa, me recosté en mi cama, pensando en ¿que fue lo que sucedió, como paso, quien era ella, fue mi imaginación la que logro hacer todo esto? Pero Lo único que sabía era que jamás la volvería a ver, pero su recuerdo no se me borraría de mi mente y que siempre la recordaré con belleza y pureza. Así logre cerrar los ojos y soñar nuevamente con ella.
Deigar Miranda.