jueves, 25 de junio de 2009

Todo a su tiempo

Ella se llama Clara, a los diecisiete años a él se entregó. Su familia jamás hizo buena cara a ese noviazgo, le prohibieron un día volverlo a ver. A la semana siguiente, ella con él escapo, a una casa de barro los dos terminaron viviendo. Al principio como todo, era perfecto, besos aquí, mi amor allá, no hagas eso que yo lo hago, en fin ella pensaba que seria así para siempre. Un día no tenían que comer, él de dieciocho años, obligado y con mala cara, se fue a trabajo conseguir. Ella comenzó a envejecer en su interior de todos los quehaceres que tenia que realizar, no estaba acostumbrada a tener tantas responsabilidades. Él luego comenzó a llegar en las noches muy ebrio, y a golpearla hasta el cansancio, era su descarga. Después de un año en esas condiciones de vida, él una noche no volvió, y la siguiente tampoco. Clara la esperanza nunca abandonó; ya tenia dieciocho años.

A los días se enteró por una carta bajo la cama, que él la abandonó porque sida en un bar el consiguió, y a ella, a pocas horas después, él contagio…no cometamos el error, de una relación adolescente estropear.

Todo a su debido tiempo…