jueves, 28 de mayo de 2009

Especial

Ella era la chica que todo hombre quisiera tener por pareja. Sus labios seductores, ojos que ocultaban un misterio embriagador y un cuerpo que no era exactamente el mejor, pero si el que me volvía loco. Me dijo una vez, que el momento exacto seria cuando estuviera lista y segura; aunque las ansias me consumían, no logré más nada que esperar. Nada fue planeado como imagine seria con ella; al contrario todo fue inesperado y encantador.

De un simple beso comenzó todo. No había experimentado lo bueno que era desabotonar la camisa de una chica; era tan satisfactorio que lo hice lentamente. Del impulso caímos sobre la cama. Estábamos completamente desnudos.

- Quiero algo especial y único – me susurró

Esas dos importantes palabras, en esa oración hicieron que mi mente volara rápidamente.

Tomé una pluma de su almohadón preferido. Y recorrí con ésta, cada centímetro del cuerpo de Karla, cada rincón que ni ella misma sabia que existía, cada curva, cada sentimiento y pasión que de ella exhalaban.

- Ahora quiero que seas tú – En realidad la oía diferente.

Deje que la pluma resbalara de mis dedos, y me acerqué completamente a ella. Mis labios acariciando los suyos, mi piel junto a la suya, un parte de mí en ella, y nuestra pasión unida en un sinfín de emociones encontradas. En un torbellino de exaltaciones.

Todo sucedió suave pero satisfactoriamente.

domingo, 17 de mayo de 2009

Dejamos

El sentido de nuestra relación se apagó en un sinfín de equivocaciones; sólo las cenizas yacen ahora en nuestro corazón. Las cenizas que nosotros mismos creamos, que nosotros hicimos aparecer y que se quedaron permanentemente.

Llegamos al punto final; al punto que conlleva a la culminación de una relación, donde ya nada es nuevo, nada es emocionante, y si acaso lo es, ya ni lo notamos. El punto en el cual convivimos por convivir, dormimos juntos porque es la rutina. Rutina, que es el temor de toda pareja, el peligro de un amor. Y la libertad es lo que se quiere en estos casos, la vemos como la única salvación a nuestro aparente calvario. Perdimos la esencia; el ingrediente necesario que hacia años atrás existía. Pero casi nunca nos atrevemos a dar el paso decisivo, ya sea para terminar por completo o para dar el paso de reconciliación. La costumbre es la reinante ahora. A lo mejor fue alguno de los dos que se tomo el tiempo de hacer todo un circo. No aprendimos a convivir. El amor en pareja no es nada fácil, hay que estar seguro de tomar esa decisión. No es lo mismo ser novios que esposos.

Dejamos de ser amantes, y pasamos a ser amigos…

lunes, 4 de mayo de 2009

Marchito

 

Si alguna vez quimageise estar dentro de ese corazón marchito, me arrepiento y me doy mil golpes de pecho. Ahora es cuando veo todo con claridad, con otra visión, con otra perspectiva. Ese romance solo fue una locura. Una locura que me hizo cometer diferentes acciones macabras. Ella con su poder de manipulación,  acabo con mi integridad y escaseo mis valores . En el fondo creía que ella podía cambiar, que su personalidad seria distinta; su conducta la mejor. Pero no, me equivoque una y mil veces; ahora es cuando entiendo que todo fue un delirio, que todo fue producto de sus caprichos, de sus malas intenciones, de la poca moral que posee. Y pensar que creí todo iba a ser temporal, que pasaría y nos convertiríamos en una pareja común y corriente. En el fondo, a lo mejor presentía eso. Doy gracias de que me liberé de ese yugo, de esa tempestad que ella poseía.

Olvidé la posibilidad de que una persona pueda cambiar para bien y me convertí en un ser marchito al igual que ella…

Deigar Miranda