Llegamos al punto final; al punto que conlleva a la culminación de una relación, donde ya nada es nuevo, nada es emocionante, y si acaso lo es, ya ni lo notamos. El punto en el cual convivimos por convivir, dormimos juntos porque es la rutina. Rutina, que es el temor de toda pareja, el peligro de un amor. Y la libertad es lo que se quiere en estos casos, la vemos como la única salvación a nuestro aparente calvario. Perdimos la esencia; el ingrediente necesario que hacia años atrás existía. Pero casi nunca nos atrevemos a dar el paso decisivo, ya sea para terminar por completo o para dar el paso de reconciliación. La costumbre es la reinante ahora. A lo mejor fue alguno de los dos que se tomo el tiempo de hacer todo un circo. No aprendimos a convivir. El amor en pareja no es nada fácil, hay que estar seguro de tomar esa decisión. No es lo mismo ser novios que esposos.
Dejamos de ser amantes, y pasamos a ser amigos…
La relacion en pareja es dificil pero, se trata siempre de ceder un poco, de tratar de no ser egoista y siempre con el miedo de la rutina.Pero eso es en cualquier relacion, solo trata de dar lo mejor de ti dia con dia y veras como es mejor!!!. Besos!
ResponderEliminarEl nudo se deshace, la unión se rompe...la vida es difícil, la convivencia a veces...insoportable.
ResponderEliminarEl desamor es como un jarrón roto, por muy bien que lo pegues, siempre filtrará.
Besos
las cosas pocas veces salen como nosotros quisieramos...
ResponderEliminarVaya Deigar... interesante escrito.... y si, en verdad, las relaciones son delicadas madejas de hilo que con el más ligero toque o se enredan o se rompen....
ResponderEliminarArantza... esa frase del desamor como un jarrón roto de verdad me ha llegado.
Si tendía de un hilo, creo que hasta fue una suerte pasar a ser solo amigos.
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