Ella se llama Clara, a los diecisiete años a él se entregó. Su familia jamás hizo buena cara a ese noviazgo, le prohibieron un día volverlo a ver. A la semana siguiente, ella con él escapo, a una casa de barro los dos terminaron viviendo. Al principio como todo, era perfecto, besos aquí, mi amor allá, no hagas eso que yo lo hago, en fin ella pensaba que seria así para siempre. Un día no tenían que comer, él de dieciocho años, obligado y con mala cara, se fue a trabajo conseguir. Ella comenzó a envejecer en su interior de todos los quehaceres que tenia que realizar, no estaba acostumbrada a tener tantas responsabilidades. Él luego comenzó a llegar en las noches muy ebrio, y a golpearla hasta el cansancio, era su descarga. Después de un año en esas condiciones de vida, él una noche no volvió, y la siguiente tampoco. Clara la esperanza nunca abandonó; ya tenia dieciocho años.
A los días se enteró por una carta bajo la cama, que él la abandonó porque sida en un bar el consiguió, y a ella, a pocas horas después, él contagio…no cometamos el error, de una relación adolescente estropear.
Todo a su debido tiempo…
La protección (en todas sus facetas) es importante cuando se tienen relaciones esporádicas. Y todos hemos vivido relaciones intensas, pero hay que saber retirarse a tiempo. Es bueno que concienciemos a la gente.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Estoy totalmente de acuerdo con Anabel. La protección es muy importante y no hay que olvidarla nunca
ResponderEliminarBesos
Buen consejo el de todo a su tiempo. Pienso que no hay que quemar las etapas de la vida con tanta prisa y locura. Cada edad tiene sus cosas buenas y malas y hay que saber vivirlas y apreciarlas con todo lo que conllevan. Un abrazo escritor ;)
ResponderEliminarSiempre se tiene un amor (o lo que se cree que es un amor, porque para mí es una palabra demasiado seria como para utilizarla con ligereza) en la adolescencia, pero como bien dices, todo a su tiempo.
ResponderEliminarDesde luego nunca deberían haberse ido, y el desahogo de él no era una excusa.
Muy profundo todo lo que escribes.
Estoy deacuerdo.. todo a su tiempo, sin embargo cuando se trata de violencia verbal, fisica o emocional, nunca es tiempo y hay que aprender a ver los focos rojos que se van encenciendo para no llegar a extremos. Digo, no es que sea facil, pero es nuestra vida y hay que andar alertas.
ResponderEliminarsaludos!
NO PUEDO CREERLO, NO TE TENIA AGREGADO A MIS BLOGS FAVORITOS.
ResponderEliminarLO HARE ENSEGUIDA, NO PUEDO DEJAR PASAR ESTAS BELLAS PALABRAS, ESTOS SIGNOS DESLUMBRANTES DE UNA MENTE SENSIBLE.
CUIDATE
Muy bueno tu relato, con un alerta a lo que puede suceder "fuera de tiempo".
ResponderEliminarPero lo que más me gusta de tus escritos, es la rima que le das a la prosa.
Te dejo un beso.
Nunca, a ninguna edad y bajo ninguna excusa, se puede perder la cabeza...
ResponderEliminarSin embargo, leerte es necesario. Un abrazo.
Hola Deigar!
ResponderEliminarTienes unos premios en mi blog y un desafio ;D
Saludos!
Tiempo al tiempo!!!!!!!
ResponderEliminarBesos!!!!!