viernes, 11 de noviembre de 2011

Espiral

Frente a aquellas desgastadas velas sin fuego, acaricio tu idea en el aire. Mi sombra intenta tocar tus recuerdos. Sopeso la idea de lanzarme al vacío nuevamente, como lo hago todas las noches. Sin embargo, ello requiere un esfuerzo que hoy no estoy dispuesto a realizar. En el rincón, aquel en el que tantas veces nuestros cuerpos se rozaron, una mancha invisible reposa en el piso; seca, machando toda la habitación pese a su reducido tamaño. Y en ese ínfimo instante, me doy cuenta de que la dimensión del error no importa cuando se tiene la intención de abarcarlo todo, de acabar con todo. Tu ropa sigue tendida en el suelo, tal cual se mantiene los restos de un pasado en la mente. Debería tirarla, pero luego cómo te sentiría cerca. Logro sentir, sentir como hay experiencias que me gustaría no tener. Pienso, y sé que es perjudicial hacerlo de la forma en la que lo hago. Y es ahí cuando creo recordar a un viejo y sabio profesor, cuando me dijo que aunque el hombre tenga la capacidad para pensar, no le es conveniente hacerlo demasiado, pues corre el riesgo de perderse para siempre en la fina línea que separa la cordura y la locura. Divago largo rato, y el polvoriento reloj de espiral colgado en lo alto de la pared, con un peculiar y exagerado sonido, anuncia la medianoche, como si quisiera acallarme con ello. Lo hago. Pero antes, apago las velas con un moribundo soplido.

Los errores del pasado, incrementan notablemente los remordimientos del presente para atormentarnos en el futuro.

12 comentarios:

  1. Deigar:
    Pude sentir el peso de esos errores pasados sobre mi espalda, pude sentir el traqueteo del reloj que, implacable, me indicaba la proximidad de la madrugada...
    Un texto logrado.
    Un abrazo.
    HD

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  2. Menuda sentencia, voy a tener que releer un par de veces la última frase :))

    Un abrazo enorme

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  3. Bordaste la última frase!

    El escrio es genial!! Me ha encantado con ese fondo de tristeza, melancolía y culpabilidad :D

    Un besote!!

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  4. El pensamiento a veces es nuestro mayor enemigo. Debemos intentar controlarlo porque sino se desboca y nos lleva a lugares en el recuerdo que nos hacen daño.

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  5. Me gustó. Volveré seguro :)
    Gracias por tu pasó por mi blog.
    Un saludo

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  6. La frase final es para acuñar.
    Te felicito por el texto, me gustó.
    Un abrazo

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  7. Hermosa prosa poética, Deigar. Cuando se escribe con el sentimiento se logra este resultaado,, me ha encantado leerte!

    Besos!
    Blanca

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  8. Muchísimas gracias a todos y todas. Es un placer tenerlos por aquí, y además, recibir sus comentarios.

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  9. Un buen relato al que, según mi humilde opinión, incluso le sobraría la frase final, pues rompe el encanto al ser tan explicativa como una moraleja.
    Un abrazo.

    Raúl
    El alma difusa

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  10. En ese caso, sí, es mejor apagar las velas...
    Tu hermoso y a la vez oscuro texto tiene una gran profundidad y no deja indiferente...

    Un saludo!

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  11. Pero a veces sin errores en el pasado no hay ningún futuro.

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  12. Un texto precioso y triste a la vez, de esos que te dejan un rato pensando después de haberlos leído...

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Hola!
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